
¿qué es?
El Síndrome de Piernas Inquietas (enfermedad de Willis-Ekbom) es un trastorno de origen neurológico, en el que se producen unas sensaciones molestas en las extremidades (principalmente las piernas) durante el reposo, por ejemplo al permanecer sentado o acostado. Estas molestias ocasionan necesidad de levantarse, caminar y moverse. Con el movimiento, las sensaciones desagradables se alivian o desaparecen.
El trastorno aparece con cierta severidad en un 2-3 % de la población, y afecta tanto a hombres como a mujeres. Puede aparecer a cualquier edad, siendo más frecuente a partir de la cuarta década de la vida.
El SPI suele afectar la calidad de sueño, ocasionando somnolencia durante el día, como así también cuadros de ansiedad y depresión que repercuten de manera importante sobre la calidad de vida de las personas afectadas.
¿Cuál es la causa del síndrome de piernas inquietas?
La mayor parte de los hallazgos de investigación sugieren un trastorno en el funcionamiento de la dopamina, una sustancia presente en el sistema nervioso que está encargada de la regulación del movimiento. A su vez, la dopamina precisa del hierro para funcionar correctamente, y se ha visto que en los pacientes con SPI existe un mal funcionamiento del hierro y/o disminución de los depósitos (niveles de ferritina). Con gran frecuencia, existen familiares cercanos afectados.
síntomas
Signos y síntomas de la enfermedad
Los términos utilizados por los pacientes para describir los síntomas de SPI suelen ser: “desasosiego”, “hormigueo”, “calambres”, “pinchazos”, “nerviosismo”, “dolor”, “sensaciones extrañas profundas”, “quemazón”, “piernas locas”, etc.
Las características principales son:
- Necesidad irresistible de mover las piernas (o los brazos), acompañada o no de sensaciones molestas
- Inicio o empeoramiento de los síntomas durante períodos de inactividad, como por ejemplo permanecer sentado o acostado, en la cama, en el cine o durante viajes prolongados (por ejemplo, en el coche o en el avión)
- Alivio con el movimiento: las molestias se alivian o desaparecen cuando los sujetos con SPI se mueven, caminan o frotan sus piernas. Esta necesidad imperiosa de moverse es la que da el nombre al trastorno.
- Empeoramiento de los síntomas a últimas horas de la tarde o por la noche: esta característica hace que los pacientes tengan dificultades para iniciar o mantener el sueño. Durante el día las molestias desaparecen o existen, pero con menor intensidad.

Evaluación del estado actual del paciente.
Establecimiento de los objetivos y metas a alcanzar en base a los datos obtenidos.
Selección del método terapéutico que mejor se adapta a las necesidades del paciente.
Seguimiento de todo el proceso por parte del mejor osteópata en Huelva y fisioterapeuta.
Seguimiento de todo el proceso por parte del mejor osteópata en Huelva y fisioterapeuta.